La tele y la radio hacen aguas.

La Casa de la Cultura es una pura gotera, hace días que algún asiduo al blog venía preguntando que qué pasaba con la televisión local, y la respuesta es fácil, que tiene goteras y no puede emitir.

En un edificio nuevo y de diseño, orgullo del talante constructor de nuestros próceres, la multitud de goteras que empapan la sala de televisión hacen que esta haya sido inviable estas fiestas. Desconocemos el alcance del estropicio que haya causado ya el agua en los equipos pero el

aspecto que presenta el estudio situado en la parte superior de la Casa de la Cultura, todo tapado con bolsas y plásticos, es desolador. Sin hablar de los cubos de agua bajo las goteras que jalonan el edificio y del grado de humedad que está soportando nuestro queridísimo, celebrísimo y modernísimo museo del mismo nombre que alguna finca en la sierra.

La lástima es que la tele tenía ya los días contados y en breve iba a cerrar las puertas por la nueva legislación en que desaparecerán todas la televisiones locales tal y como las conocemos. Algunas se unirán en entes mayores, tal vez

comarcales y por ahí irán los tiros. Nosotros, para no variar nos íbamos a quedar sin ella directamente. Pronto haremos una entrada con todos los datos.

Ahora, siguiendo con lo de las goteras, si en la Casa de la Cultura hay, en la radio no se quedan cortos y el agua literalmente corre por allí. Valor tiene la trabajadora de la radio en acudir todos los días a echar mas horas que "Conejo en la peana", sino que literalmente encima se juega el tipo, rodeada contínuamente de aparatos eléctricos y electrónicos y con el agua cayendole al lado. Volvemos a decir que para ganarse la vida no hay que jugársela.

Un poco de mantenimiento, no hacen daño a nadie . Que nos hemos gastado una millonada hace cuatro días en arreglar la plaza de abastos y el tejado del rincón del la radio, cupones y quiosco ni se ha tocado.