domingo, 11 de diciembre de 2011

Recortes: “Siguiente turno, Sanidad”

FALSOS ARGUMENTOS CONTRA LA SANIDAD PÚBLICA

Convendría detenernos en algunos de los argumentos más utilizados para desprestigiar la sanidad pública y justificar la adopción de medidas similares a las citadas anteriormente. Desmitificaremos muchas de las afirmaciones que escuchamos de forma incesante, cuyo objetivo es legitimar los ataques que se suceden contra la sanidad pública.

Falacia nº 1:

Los impulsores de los recortes aluden a la necesidad de los mismos ante la imposibilidad de mantener el excesivo gasto público en salud, causado por el uso irresponsable y despilfarrador de los recursos públicos por parte de los pacientes, cuyo comportamiento está incentivado por la gratuidad de la prestación pública sanitaria.

Respuestas:

1) Que no haya que pagar de forma directa para obtener una contraprestación sanitaria, no significa que ésta sea gratuita. La sanidad nunca ha sido gratuita, se financia vía impuestos. Técnicamente no estaríamos ante la adopción de un sistema de “copago”, sino más bien ante un sistema de “repago”, debido a que el coste de la sanidad ya está siendo financiado con cargo a los presupuestos de las administraciones públicas. Por lo que estaríamos volviendo a pagar por un servicio que ya hemos pagado. En realidad, lo que se busca con el copago es iniciar un proceso de transición a otro sistema de financiación de forma que éste no se base en impuestos directos sobre las rentas y el capital, perjudicando claramente a las personas con menores ingresos y riqueza.

2) El gasto público en salud en España, no es excesivo ni mucho menos. Si comparamos los datos de España con otros países desarrollados vemos que el gasto es inclusive menor que en la mayoría de ellos.

Fuente: OCDE

3) Los pacientes no son los que determinan el uso de los recursos públicos de sanidad. Su “demanda” de prestaciones sanitarias está inducida, en tanto que el paciente “demandará” los tratamientos que le sean asignados por un médico. Por ejemplo, supongamos que un paciente “derrochador empedernido” quisiera hacer uso y abuso de los recursos que dispone un centro de salud, ya que estos son “gratuitos” y no piensa pagar por ellos. En última instancia será el médico que lo trata, quien determinará de acuerdo a su criterio profesional y teniendo en cuenta el estado de salud del paciente, cuál ha de ser el uso de recursos del centro médico que recaiga sobre esa persona. Por lo que es falso que los pacientes abusen de los recursos públicos sin ningún tipo de control. Inclusive, en cuanto a la primera visita médica solicitada por el paciente y considerada comúnmente como abusiva, vemos que los datos no respaldan dicha afirmación. Según datos de la OCDE los ciudadanos españoles acudieron al médico una media de 7,5 veces durante el año 2009, frente a las 8,1 que se registraron en el año 2006. Además la frecuencia de visitas en el caso español es inferior a la de países como Alemania, que presenta una media de 8,2 visitas al año.

4) Reducir prestaciones en la sanidad pública para ahorrar dinero, puede ser una medida contraproducente en el medio y largo plazo. Recordemos que la sanidad pública es un servicio público cuya prestación es universal. El no ofrecer tratamientos o atención a los ciudadanos, si bien reduce gastos en un primer momento puede llevar a la asunción de costes muy elevados en conceptos de indemnizaciones por haber denegado ese servicio.Leer entero

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